A aproximadamente 2.30 horas en coche de Auckland se encuentra la localidad de Rotorua, situada junto al lago del mismo nombre. Esta zona situada sobre una caldera volcánica natural ofrece al turista un paisaje entre valles con pozos de agua hirviendo, piscinas y cráteres con actividad geotérmica. Un ejemplo de todo ello es The Geothermal Valley. El olor, una mezcla entre huevo podrido y gasolina por el efecto de los distintos gases, es intenso pero al final te acabas acostumbrando.
Un paisaje marciano entre cráteres y géiseres
Rotorua y Taupo
Después de recorrer este valle se puede hacer una parada en el Géiser Lady Knocs, a poco más de 10 minutos del valle. A las 10.30 a diario, el géiser lanza agua a más de 10 metros de altura. Esta precisión en cuanto a la hora viene dada por la ayuda de la mano del hombre ya que un operario echa a esa hora una pastilla de jabón que en cuanto entra en contacto con el agua provoca la erupción del géiser.
Otra de las visitas interesantes en la zona es el Redwood Forest, bosque de secoyas muy próximo a Rotorua. El aire fresco que se respira dentro del bosque y la grandeza de estos árboles que necesitan varias personas para rodearloses es una auténtica pasada.
Siguiente parada, la ciudad de Taupo. Poco más de 25.000 personas en invierno pero lugar de veraneo para muchos neozelandeses de la isla norte por el atractivo de su gran lago de nombre igual que la ciudad. Este lago es el más grande de Nueva Zelanda y tiene una extensión igual que el país de Singapur. Muy cerca de Taupo, una de las cascadas más importantes y visitadas de Nueva Zelanda son las Huka Falls.
